Todos los niños suelen comenzar tocando un trombón tenor de tubería estrecha. El diámetro del tubo influye a la hora de tirar el aire, por lo que un tubo más ancho obliga al que lo toca a expulsar más cantidad de aire. Para un niño que empieza con 8 años, un trombón de tubería ancha le suele resultar pesado y le obliga a tirar demasiado aire para su pequeña capacidad pulmonar.
Por otra parte, la longitud del brazo no les permite alcanzar todas las posiciones de la vara, por lo que pueden estar varios años sin poder tocar algunas notas, que por el registro en el que se sitúan, son fáciles de sonar para ellos. En este sentido es interesante que puedan tener un trombón tenor de tubería estrecha con transpositor. El transpositor les permite tocar esas notas con total comodidad en las posiciones más cerradas de la vara y de esta manera poder trabajar todas las escalas y las distintas piezas sin necesidad de realizar arreglos en las mismas.
Actualmente también existen trombones con algunas adaptaciones para que les cueste menos sujetarlo a los más pequeños, incluso hay trombones fabricados en fibra de carbono que apenas pesan 800 gramos a prueba de caídas y golpes.
En cualquier caso, cada niño tiene sus propias particularidades y es bueno dejarse aconsejar por el profesor a la hora de elegir el instrumento más adecuado.
La tubería ancha se ha estandarizado actualmente para interpretar todo el repertorio de trombón tenor, por lo que los padres deben tener en cuenta que el niño deberá cambiar de instrumento pasados unos años. La buena noticia es que el trombón es uno de los instrumentos más baratos si lo comparamos con otros, y podemos conseguir uno de iniciación con un pequeño desembolso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario